martes, 11 de octubre de 2011

Fe, confianza y polvo de hadas

 - Amor.
- ¿Amor?
- Amor.
- No sé lo que es eso.
- Creo que sí, Peter. Seguro que tú también lo has sentido, por algo... o por alguien.
- Nunca. Hasta la palabra me rebienta.



Supongo que es normal tener miedo. Te vas un año lejos, demasiado lejos, a un lugar desconocido, con personas que no conoces. Y con quienes tienes que convivir, durante un año. A un lugar al que te tienes que acostumbrar. UN AÑO.
Un año es muchísimo tiempo. Hoy he tenido miedo. Miedo a no estar bien alli, miedo a todo lo que me depara.
Ahora, de repente, que son casi las 2 de la madrugada, me he dicho a mi misma...es normal tener miedo. Es una situación completamente nueva para tí, pero sé que voy a estar bien, lo sé, lo deseo.
Suelo adaptarme bien a las nuevas situaciones, o eso creo. Tengo claro que va a ser duro, especialemente los primeros meses, con el hecho de añorar a la gente de aquí. A veces me pongo a pensar, cuando estoy con ellos, en que voy a estar sin verlos un año. Quizá no sea tan bueno que quede tanto para irme, porque me da mucho tiempo para pensar. Pero por otro lado, así tengo más tiempo para disfrutarlos. Hay días que tengo muchísimas ganas de irme, de ver lugares nuevos, conocer gente nueva, de disfrutar al máximo de mi host family...y otros como hoy, en los que me da miedo todo y me replanteo toda la situación, y me siento insegura.
Pero vamos! Soy humana, tengo días y días, y allí tendré días y días. Obvio que echaré de menos todo esto, y a toda mi gente, pero también quiero disfrutar al máximo de mi experiencia allí...como aquel que dice, sólo es un año, y cuando quiera darme cuenta, me estoy cogiendo el avión de vuelta.
Estos miedos son normales. Siempre que tomas una decisión importante tiene sus pro y sus contra.
Pero bueno, dentro de lo que cabe, estoy emocionada con mi viaje. Lo que menos me gusta es el frío que voy a pasar allí. Estará nevado por lo menos hasta abril... uuugg! Y hay algo que me preocupa: no sé esquiar ni patinar sobre hielo. Y sé que a mi host family les encanta...uuuh! Fliparán cuando les demuestre mi patosidad ante unos patines o unos skis...Creo que no sabrán si llorar o reirse de mí, pero vamos, que en la vida he esquiado, y sé de primera mano que se me dará fatal porque soy la persona más patosa del mundo, y mi equilibrio es nulo. No sé patinar, voy a saber esquiar... ¬¬ Sólo espero que sea UNA vez la que me lleven allí, y lo será, porque les daré taanta pena...hahahaha.

Por otro lado, me estoy empezando a comunicar con varias chicas que viven o van a vivir cerca de mi NJ's home. Hay una chica japonesa con la que me estoy enviando varios emails, que vive a sólo un cuarto de hora en coche de mi barrio, y un par más por facebook un poquito más lejos. No está mal. Además...ya sé que no voy sola en mi vuelo de Madrid a NYC! Me llamó el otro día Soledad y me dijo que una tal Natalia va en mi mismo vuelo...yuupii! Me preocupaba ir sola, yo y mi sentido de la orientación, al igual que mi equilibrio, nos llevamos mal! Me consuela saber que tendré compañia...Además me dijo que ella se quedaba en NY, por lo que no estará tan lejos! A ver si se consolida una buena amistad y tengo casita allí para dormir! ;)

Cambiando de tema, y hablando de mi presente, ahora mismo, que ya he terminado de trabajar, me considero de vacaciones. Hacía muchísimo tiempo que no tenía vacaciones! Eso sí, mi amada madre me ha desmantelado toooda la habitación, lo ha sacado todo (todo literalemente) y aquí estoy yo, que no sé ni por dónde pillarla, demasiados trastos en tan poco espacio. Ayer cuando llegué a casa ( que pasé un par de días de okupa en Elche en casa de mi love Mimi) mi cama parecía un mercadillo. Mi sister me envió un sms por la tarde de cachondeo en plan "hoy duermes en el sofá, tu madre se ha vuelto loca". Y tenía razón. Toda mi cama llena de trastos, algunos que nisiquiera sabía que existían. Lo que se puede llegar a acumular en una habitación tan pequeña! Así que ya tengo tarea para toda la semana: limpiar mi cuarto.

Y ya tengo cita para el visado, el 18 de noviembre. Otro viajecito a Madrid, pero antes...(tambores...) me voy a London! Mis queridas amigas (solo dos de ellas, Mimi y Noe) y yo estamos planeando irnos a celebrar Halloween a la ciudad de la que quedé maravillada hace ya unos 4 años! Ahora mismo estamos mirando algo que nos salga económico, pero...qué ilusión me hace! Londres es preciosa, y una de las cosas que más me ha apasionado siempre de esta ciudad, para qué mentir, es que es el escenario de mi historia favorita: Peter Pan.

Sí señores, sigo siendo una niña. Pero ¿quién no ha soñado alguna vez con poder volar, con viajar y vivir en el País de Nunca Jamás? ¿Qué niña no ha esperado que Peter tocase a su ventana por la noche, o que su sombra se perdiera en su habitación? ¿Y qué niño no ha querido alguna vez ser Peter o ha jugado a ser un niño perdido? Pienso que la mayoría en nuestra infancia lo hemos hecho. Y yo ya bien mayorcita que soy, sigo soñando con Peter y Neverland, queriendo encontrarmelo, volar e irme en dirección todo recto, la segunda estrella a la derecha, y no crecer nunca, vivir cada día una aventura diferente, con hadas, piratas, indios y sirenas, y quedarme allí para siempre. Siempre me he sentido muy Wendy xD
E incluso alguna que otra vez me han dicho...te pareces a Wendy, o Campanilla.

Suena muy infantil, pero sé que no soy la única. Admiro a James Barrie por crear este increíble universo, que hoy día y después de tantos años sigue haciendo soñar a muchas personas con alma de niño, como yo.
Puedo admitir que Peter Pan es indudablemente mi historia favorita, (no la peli de Disney, que no era de mis favoritas cuando era pequeña, pero sí su historia, y su complejo universo).
Porque Peter, nunca morirá, al igual que los sueños :)




"- Olvidalos Wendy, olvídalos a todos. Vente conmigo allí donde nunca, nunca jamás tendrás que preocuparte por cosas de mayores.
- Nunca, es muchísimo tiempo."